lunes, 13 de enero de 2020

OLIVIA Y LAS PLUMAS: en los pueblos cada vez hay menos niños y, en los ríos, menos peces

Santander, 11 de enero de 2.020


Susanna Isern nació en 1.978 en La Seu d'Urgell, pero actualmente reside en Santander, donde imparte clases en la Universidad Europea del Atlántico y compatibiliza su pasión por la escritura con la psicología.
Cuenta que creció rodeada de monta-ñas -las del Pirineo-, y que lo que más le gustaba hacer cuando era pequeña era correr de acá para allá, descubriendo insectos increíbles y ayudando a animalitos enfermos o en peligro. “Fue en esa época -dice-, cuando algunos de aquellos animales comenzaron a contarme cuentos al oído”.
Reconoce que en la actualidad las historias siguen asaltándola de la manera más inesperada: algunas llaman a su puerta, sin más, pero otras la esperan escondidas debajo de la cama, o nadando en el café con leche, aunque la mayoría son como lindas mariposas que ella pilla al vuelo.

Hoy, en la Sala Pereda del Palacio de Festivales, el equipo de La Machina Teatro ha hecho un extraordinario trabajo y trasladado al escenario una de sus deliciosas historias: “Olivia y las plumas”. Con una cuidada escenografía como telón de fondo, Patricia Cercas y Fernando Madrazo nos cuentan un cuento que pone de manifiesto que en los pueblos cada vez hay menos niños y en los ríos menos peces…

Mi sobrino y yo tenemos varias cuentas pendientes. Una de ellas es volver al teatro y ya va siendo hora de saldarla. Esta puede ser la ocasión perfecta…



Olivia vivía en un pueblo pequeño; muy, muy, muy pequeño. Vivía en una casa alta; muy, muy, muy alta. Una casa muy alta y estrecha: como un faro. Desde el tejado, Olivia veía como las montañas se escondían detrás de las nubes y, por las noches, contaba las estrellas.


En su pueblo no había más niños -o, al menos, eso se suponía-, pero Olivia no se aburría. Había muchos animales: un gato, un perro, conejos, ardillas, mariposas, hormigas y muchos pájaros, y, por las noches, luciérnagas, búhos, lechuzas…; y ella hablaba con todos ellos.


El lago se está secando y los peces necesitan llegar al mar, por eso le han pedido que busque plumas que les ayuden a volar. ¿Lo conseguirán…?


1 comentario:

  1. El teatro de Olivia y las plumas me paració muy divertido y me ha gustado mucho,aunque me lleve un buen susto en el final.
    Adrián

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