Santander, 7 de junio de 2.019
El increíble paisaje de la isla de El Hierro y una
trama interesante se funden para ponerse al servicio del duelo interpretativo
protagonizado por Candela Peña y Darío Grandinetti en la última serie de
televisión estrenada en Movistar Plus: “Hierro”.
Todos los asesinos son hermanos o hijos de alguien, y
la persona que tienen cerca no puede ni imaginar que hayan podido hacer una
cosa así.
El Hierro es una isla pequeña; la más pequeña del
archipiélago canario. Allí todo el mundo se conoce, las cosas van a su ritmo y
las noticias vuelan. La aparición del cuerpo de un joven sin vida en el
interior de una cueva submarina el mismo día de su boda no puede pasar desapercibida.
Candela Montes es una jueza con experiencia, sin
prejuicios, acostumbrada a los problemas y a la que la posibilidad de cambiar
de actitud le pilla un poco mayor. Aprobó la oposición a la primera; tenía
treinta años. Antes tenía un bufete con su marido, pero se separaron. Le gusta
meterse en jardines; sus jefes querían tenerla lejos y la premiaron mandándole
a la isla durante al menos un año. Nada más llegar se encuentra con un muerto.
Bueno, con un muerto no; con un asesinado…
Antonio Díaz es un exconvicto que dice las cosas como
las piensa. Por matar a un hombre en la península, le cayeron diez años de cárcel.
Al salir, se trasladó a El Hierro: conoció a Elvira, se casó con ella y allí se
quedó. Tuvieron una hija: Pilar, la prometida del muerto. Él es el principal
sospechoso de su asesinato: el joven trabajaba para él y no le hacía gracia que
un empleado suyo fuera a convertirse en su yerno. Antes de que Fran apareciera
muerto, su vida era sencilla: tenía trabajo, familia, un polvo extramatrimonial
de vez en cuando y el respeto de sus vecinos. Bueno, quien dice respeto, dice
miedo, o envida; el caso es que ahora le miran por la calle como si fuera un
apestado.
Candela y Díaz tienen más cosas en común de lo que
podría parecer. Los dos saben lo que es llegar a El Hierro y no caerle bien a
nadie, y ambos están muy interesados en encontrar al asesino de Fran. Sin
embargo, deben andarse con pies de plomo porque, en esta isla, todo el mundo
está relacionado: el que no es pariente, es amigo, el que no es amigo, es
vecino y el que no es vecino, es enemigo…
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