Santander, 15 de mayo de 2.021
Quién nos iba a decir a ti y a mí el 1 de marzo del
año pasado que “Cucu haiku” iba a ser nuestra última vez en el teatro durante
una larguísima temporada. Luego vinieron el bicho, el confinamiento y el aislamiento social; el cierre de los teatros y los aforos limitados; y, ahora,
por fin, las vacunas...
Este es un buen momento para recuperar parte de la
antigua normalidad -la de siempre: ¡la de verdad!-, y saborear con los primos
una deliciosa segunda primera vez.
Ven. Ven y pasa…
Ven. Ven a mi casa…
Nos lo dicen las chicas de Miriñaque, que celebran su
vigésimo cumpleaños y nos invitan a probar su “Dulce de leche”, un sabroso manjar
cocinado con los cinco sentidos cantados, bailados y recitados…
En el tejado de mi casa hay un nido.
En el nido, una cigüeña.
En la cigüeña, un pico.
El pico, picotea
el tejado de mi casa.
-Dime, cigüeñita, dime, ¿qué te pasa?
-¡Ay, ay, ay! Que el viento ha volado mi nido.
¡Ay, ay, ay! Y que ahora me muero de frío…
-¡Pues, ven. Ven y pasa!
¡Pues, ven. Ven a mi casa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario