domingo, 16 de mayo de 2021

DULCE DE LECHE: la casa es cuerpo y la cocina, corazón

Santander, 15 de mayo de 2.021

Quién nos iba a decir a ti y a mí el 1 de marzo del año pasado que “Cucu haiku” iba a ser nuestra última vez en el teatro durante una larguísima temporada. Luego vinieron el bicho, el confinamiento y el aislamiento social; el cierre de los teatros y los aforos limitados; y, ahora, por fin, las vacunas...

 

Este es un buen momento para recuperar parte de la antigua normalidad -la de siempre: ¡la de verdad!-, y saborear con los primos una deliciosa segunda primera vez.


Ven. Ven y pasa…

Ven. Ven a mi casa…


Nos lo dicen las chicas de Miriñaque, que celebran su vigésimo cumpleaños y nos invitan a probar su “Dulce de leche”, un sabroso manjar cocinado con los cinco sentidos cantados, bailados y recitados…



En el tejado de mi casa hay un nido.

En el nido, una cigüeña.

En la cigüeña, un pico.

El pico, picotea

el tejado de mi casa.

-Dime, cigüeñita, dime, ¿qué te pasa?

-¡Ay, ay, ay! Que el viento ha volado mi nido.

¡Ay, ay, ay! Y que ahora me muero de frío…

-¡Pues, ven. Ven y pasa!

¡Pues, ven. Ven a mi casa!


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