ANDRÉS CALAMARO: estafa, mala educación y mucho rock

Santander, 5 de mayo de 2.011

Una de genios, aunque el final de la historia no siempre tiene porqué ser el mismo...

Yo también estuve allí, aunque reconozco que no soy uno de los fieles seguidores de Andrés Calamaro que ayer se dieron cita en el Palacio de Festivales de Santander para disfrutar del arranque de su nueva gira.

Natural de Buenos Aires, Argentina, triunfó en España en los noventa, junto a Ariel Rot y Julián Infante (antiguos miembros de Tequila), al frente de Los Rodríguez.

El grupo grabó cuatro discos con temas inolvidables como "Dulce condena", "Sin documentos", la "Milonga del capitán y el marinero" o "Palabras más, palabras menos".

Sus éxitos les trajeron a Santander. Creo que fue en 1.995, en la campa de la Magdalena, pero aunque se que estuve allí, no recuerdo nada de su actuación.

Poco después el grupo se disolvió y Calamaro retomó una carrera en solitario que hoy le ha traído a Santander para estafar a un público al que ha ofrecido un concierto de apenas hora y cuarto.

Al margen de su espantada antes de tiempo he de decir que me encantan sus orígenes, adoro su acento, me gustan sus canciones, sus letras y a ratos hasta su forma de cantar y que “flipé” con los músicos que le acompañan.

Lo malo es que no me gusta él: ni su aspecto, ni su pose, ni su voz desafinada, ni mucho menos, su mala educación.

El me ha decepcionado pero su banda me ha ofrecido una dosis de rock que de momento saciará mi antojo.