Santander, 2 de abril de 2.011
Hoy “La Casa del Abuelo” y el Bar Galería Bokeh han hecho realidad esos deseos y nos las han traído a Santander.
El concierto que Rebeca nos ofrecíó en Bilbao a finales del año pasado fue muy especial:
“Hace apenas tres o cuatro meses nos regalaste en Bilbao un concierto único y nos invitaste a un trago de “Hijo Puta”.
Hoy, junto a Vicky, seguro que nos vais a brindar otra noche mágica, pero esta vez el alcohol lo ponemos nosotros.
¡¡¡Salud y suerte!!!
GRACIAS.”
Esta vez la sala está llena a reventar.
Intuía que el de hoy iba a ser un concierto especial, pero ¿tanto…?
Vicky se abraza a su guitarra y Rebeca se sienta al piano; entre ellas se cruzan miradas llenas de complicidad y comparten canciones y emociones.
Mezclado con el público está sentado alguien a quién Vicky invita a salir al escenario para compartir un instante con ellas.
Le cede su espacio y su guitarra y entonces, desde algún lugar, el gran Antonio Vega viene a mostrarnos el sitio de su recreo.
Su hermano Carlos toca la guitarra, Rebeca canta y todos nos emocionamos, cantamos y aplaudimos desaforados porque por un instante le hemos sentido allí, entre nosotros.
Los sentimientos están a flor de piel, ya no hay forma de contenerlos.
El concierto se acaba y sólo un poco de prudencia y un exceso de pudor me impide acercarme a dos artistas que me han regalado una noche mágica.
Sólo puedo deciros: GRACIAS.
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