domingo, 3 de junio de 2012

MÁS DE 100 MENTIRAS: ganó el quiero la guerra del debo, y me alegro

Madrid, 20 de mayo de 2.012



En abril del año 2.005 se estrenó en el teatro Rialto de la Gran Vía madrileña el musical “Hoy no me puedo levantar”, dirigido por Nacho Cano y protagonizado por Miquel Fernández, Inma Cuesta y Javier Godino, que proponía un recorrido por los grandes éxitos de Mecano, referente de la música en nuestro país durante los años ochenta y noventa.


En septiembre de 2.006 fui a verlo a Madrid con una ilusión tremenda, pero pese a contar con unos medios y una escenografía extraordinarios, la desilusión fue absoluta.

El libreto, obra de David Serrano, trataba de reconstruir sobre el escenario el espíruto de la “movida madrileña” de los años ochenta, pero se perdía en una sucesión de chistes fáciles, zafios y ordinarios que convertían el espectáculo en un esperpento aburrido y desagradable en el que las canciones se metían con calzador.
Sólo la espectacularidad de las coreografías propuestas compensaba en parte la visita al teatro.

Los mismos productores y el mismo equipo creativó anunció el estreno en octubre de 2.011, también en el Teatro Rialto, de “Más de 100 mentiras”, un musical que pretendía repasar algunos de los éxitos de Joaquín Sabina.

Ángel Suárez y José María Cámara, productores del espectáculo, cuentan que en Semana Santa del año 2.006, sentados en el Lhardy y con un cocido madrileño de por medio, Joaquín Sabina les dijo que no a su propuesta de hacer un musical basado en su obra.
Tres años después, Joaquín, impulsado por su afán de colarse en lugares en los que no se le espera dijo: “vamos a hacerlo”.


El maestro dio el visto bueno al espectáculo pero se mantuvo al margen del mismo.
Dejó en manos de Pancho Varona, uno de sus escuderos más fieles, la supervisión de los arreglos musicales, y se refugió en Tirso de Molina para embarcarse junto a su amigo Joan Manuel Serrat en una nueva travesía a bordo del Titanic.

El resultado, a la vista de los versos que el poeta dedicó a la compañía el día que ésta festejaba la representación número 100 del musical entregándole al jienense el “Bombín de Oro”, no le disgutó:

Cien representaciones de más de cien mentiras
celebra en la Gran Vía la troupe que me enamora,
del rock and roll al tango, del blues a la guajira,
me honran, me traducen, me cantan, me mejoran.

Cuando el telón se abre dos y dos no son cuatro
en este zarzuelero Broadway gofo y castizo,
por una vez coinciden las musas y el teatro
con su antro, su navaja, su puta, su chorizo.

Que el director dirija, que el arreglista afine,
que limpien los actores de caspa los neones,
que duerman abrazados los medios y los fines,
que en otros labios sigan latiendo mis pulmones.

Aunque muerto de miedo, amo estas candilejas,
sudo en el escenario, fumo en el camerino,
mis duelos y quebrantos, mis cuentos de Calleja
convergen en el caso de la rubia platino.

Gracias a los guionistas, los músicos, la basca,
el productor, el notas, el crítico, el bombillas,
el que en plena tormenta se pica y no se rasca,
el Juande y la Manola que hacen cola en taquilla.

A estrenar el futuro, corrigiendo el pasado,
he venido esta noche por mi bombín de oro,
calzándome los guantes del boxeador sonado,
soñando con el tanga de las chicas del coro.

La orquesta del Titanic, hoteles, estaciones,
la luna es un semáforo de carne de membrillo,
me espera Buenos Aires, Serrat, otras canciones
y tres generaciones del rosa al amarillo.

Joaquín Sabina,
12 de enero de 2.012


Me moría de ganas de ver el musical de Sabina pero la cabeza me decía que el batacazo iba a ser sonado.

Finalmente, y tras mucho batallar, hoy ganó el quiero la guerra del debo, y después de interrumpir bruscamente una sobremesa en Paracuellos del Jarama de ésas que le ruecuerdan a uno que a veces descuidamos a los amigos más de lo que deberíamos, me he lanzado a la busqueda del teatro Rialto.


La temporada está a punto de concluir y los importantes descuentos aplicados al precio de las entradas invitan a pensar que el éxito de la producción no ha sido el esperado.
Sin embargo hoy un público muy heterógeneo, de distintas edades y procedencias, llena el teatro.

Se apagan las luces y Joaquín Sabina se reencarna en el espíritu de Samuel para presentar a ritmo de endecasílabo alguna de las canciones que esta noche vamos a escuchar y poner en funcionamiento los engranajes del puñado tipos que pueblan su universo musical.


Samuel (Víctor Massán) era uno de aquellos raterillos de poca monta que un día asaltaron a Sabina, colocándole un pincho de cocina en la garganta y birlándole un puñado de billetes y un “peluco” marca Omega antes de reconocerle, llevarle a una barra américana y devolverle su dinero a cambio de una canción que el de Úbeda, por supuesto, les regaló.

Un tiempo después la fortuna le fue aciaga; alguién les traicionó y él murió en el asalto al chalet de un millonario.

Ahora sus compañeros: el “Tuli” (Álex Barahona), Juan (Javier Godino) y “Manitas” (Diego Paris), y su hermana (Guadalupe Lancho) quieren vengar su muerte.




En el Darling’s, un local en el que abundan las medias negras y los tacones de aguja, frecuentado por canallas con corazón, princesas de barrio ávidas de amor, y algún que otro hombre de traje gris, se gesta un golpe castizo con Paul Newman y Robert Redford reconvertidos en aventajados imitadores de Cyrano de Bergerac y el joven cadete Christián de Neuvillette pugnando por el corazón de Magdalena.


Sobra un poco de azúcar si de lo que se trata es de recrear el “universo” Sabina, pero la calidad de los arreglos musicales, la escenografía, el buen trabajo de los actores-cantantes y las coreografía de un impresionante grupo de bailarinas que invitan al pecado hacen que ésta sea una experiencia que si merece la pena.

3 comentarios:

  1. Después de esto, espero que salga de gira!!

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    1. Creo que la tienen prevista, pero me parece que después del verano vuelven a la Gran Vía así que lo mismo podemos escaparnos a verles en el Rialto...

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  2. La voz no se parece nada a la de Ana Torroja, más bien a la rana Gustavo o rockefeller. Que poco gusto tienes, bocachancla!!!

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