jueves, 31 de enero de 2013

LEÓN: bodegas y botines (I)

León, 26-27 de enero de 2.013

La lluvia, el viento y el frío llevaban varios días acompañándonos, pero el sábado nos ofrecieron una tregua.
Un fantástico cielo azul y una agradable temperatura nos han acompañado en una visita a León que hace ya bastante tiempo que teníamos programada.
Marta y sus amigos tenían ganas de llevarnos a comer a un lugar especial pero cuadrar nuestras agendas no fue fácil. Este era el fin de semana señalado.

En los alrededores de León, como en otros muchos lugares de Castilla, proliferan las bodegas subterráneas.
Se trata de túneles y galerías excavados en terreno arcilloso que mantienen durante todo el año una humedad constante y una temperatura comprendida entre los ocho y los trece grados centígrados.
Estas cuevas se utilizaban para guardar el vino, pero también para almacenar alimentos y como lugar de reunión y de celebración de eventos. En ocasiones formaban parte de la vivienda aunque lo habitual era que se encontrasen a las afueras de los pueblos.

Para proceder a la construcción de una de estas bodegas era necesario buscar una colina de arcilla compacta de al menos diez o doce metros de longitud. Se procedía a cortar verticalmente la cara sur de la misma para formar la entrada de bodega y se excavaba una galería abovedada de unos ocho o diez metros de profundidad con una anchura en torno a los dos metros y una altura de aproximadamente dos metros y medio. Esta galería, denominada 'cañón', era el eje principal de la cueva y terminaba en una pequeña sala cuadrada denominada 'cubo'. En torno a ella se abrían pequeños habitáculos denominados 'sisas' en los que después se almacenaban las cubas de vino y se desarrollaban diferentes tareas siendo el más importante de todos el 'lagar' destinado al prensado de la uva.
A lo largo del 'cañón' se construían unas chimeneas denominadas 'zarceras' o 'ventanos' destinados a garantizar la ventilación de la bodega y por los que se extraía la arcilla durante su construcción, con la que se reforzaba y protegía la entrada de la misma.

En Santovenia de Valdoncina, a muy pocos kilómetros de León, se encuentra la 'Bodega-Restaurante El Cercao', conocida como 'la catedral de las bodegas'.
Se trata de un negocio de hostelería inaugurado en 1.988 en el interior de una de estas bodegas, de grandes dimensiones, que data de principios del siglo XVI y que perteneció a los Vizcondes de Quintanilla de Flórez.


En torno a un 'cañón' de grandes dimensiones proliferan las 'sisas', convertidas en pequeños comedores íntimos, cálidos y acogedores. En uno de ellos, al fondo, cerca del 'cubo', hemos degustado unos entrantes y un buen lechazo regados con vino de la tierra y aliñados con el aroma tradicional y rústico que se desprende de las paredes de arcilla que nos envuelven.

Cuando uno está en buenas manos no hay nada mejor que dejarse llevar. ¡Gracias!

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