Santander, 31 de mayo de 2.013
José Carlos Martínez, Premio Nacional de Danza en 1.999, es desde septiembre del año 2.011 director artístico de la Compañía Nacional de Danza, sustituyendo al frente de la misma, después de un año de transición, a Nacho Duato que a lo largo de veinte años revolucionó el estilo de la compañía anclándolo en lo contemporáneo.
Su objetivo es fomentar y difundir el arte de la danza abarcando un repertorio lo más amplio posible con propuestas artísticas muy distintas y reservando un amplio espacio a la nueva creación española. Quizás por eso ha optado porque la compañía lleve a los escenarios el "Romeo y Julieta" coreografiado por el madrileño Goyo Montero, director y coreógrafo del Ballet de la Ópera Estatal de Nuremberg y Premio Nacional de Danza en 2.011, que se acerca a la imperecedera obra de Shakespeare desde una perspectiva atemporal muy personal en la que un enigmático personaje encapuchado encarna al cruel destino escrito que envuelve el apasionado romance de los enamorados arrastrándoles hasta una muerte irremediable.
Las estructuras metálicas que se alzan en los laterales del escenario y el aspecto pandillero de Montescos y Capuletos me sitúa en las neoyorquinas calles de "West Side Story" pero entonces, un puñado de telas doradas caen del techo para cubrir los andamios y transportarme al salón de baile de un sofisticado palacio de Verona en el que la inocente Julieta es presentada en sociedad y en el que yo me siento más cómodo.
Me lleva un rato asimilar la atemporalidad del trágico amor de Romeo y Julieta. La apasionada partitura de Serguei Prokófiev se alimenta únicamente de sentimientos, sin atender a épocas ni lugares; el coreógrafo y los bailarines se dejan arrastrar por ella y cuando consigo dejar mis prejuicios a un lado gozo y sufro con ellos.
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