MARÍA DUEÑAS: un teclado de ordenador reventó su destino

Santander, 2 de julio de 2.013

El ciclo "Martes Literarios" incluido en la agenda cultural de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha brindado a María Dueñas la oportunidad de completar un círculo que inició hace más de veinte años, cuando asistió como alumna a uno de los cursos de verano organizados por esta universidad: "España como escenario: de los escritores románticos a Hemingway", y que hoy ha cerrado convocando a sus lectores en el Paraninfo de la Magdalena para, sentada al otro lado de la mesa, hablar de un modo ameno y distendido de su trayectoria como escritora en la que precisamente la España del siglo XX ha sido el escenario que ha elegido para situar sus novelas.

María Dueñas nació en Puertollano, Ciudad Real, en 1.964 y es doctora en filología inglesa y profesora titular de la Universidad de Murcia. Aunque nunca lo había hecho antes -al margen de diversos trabajos de índole académica-, hace un puñado de años, cuando sus circunstancias familiares y profesionales le permitieron disponer de algo más de tiempo libre, sintió la necesidad de comenzar a escribir. Se puso en contacto con los responsables de una agencia literaria (Antonia Kerrigan) y les envío un proyecto curricular en el que promocionaba una novela que entonces sólo tenía en su cabeza indicando cuales serían los escenarios, los protagonistas, el punto de partida y el desenlace. A los agentes les gustó su proyecto: apostaron por él y unos meses después, en 2.009, se publicaba su primera novela, "El tiempo entre costuras".

Un teclado de ordenador reventó su destino. El éxito de la novela fue fulgurante. Traducciones a más de veinticinco idiomas y más de un millón de ejemplares vendidos le obligaron a solicitar una excedencia y alejarse, probablemente para siempre, de las aulas de la universidad.


María Dueñas tuvo que enfrentarse entonces al reto de escribir su segundo libro. Lo hizo sin miedo, renunciando a posibles secuelas y alejándose de Sira Quiroga, una costurera con la que confiesa no tener nada en común.
En 2.012 publicó "Misión olvido", una novela protagonizada por Blanca Perea, una mujer de nuestro tiempo con la que sí comparte algunas experiencias vitales y de la que podría llegar a ser amiga pero que en ningún caso es su álter ego.


Reconoce que la sensibilidad de hombres y mujeres no es la misma y que unos y otras escriben de un modo diferente, pero se niega a aceptar que sus novelas estén destinadas a un público exclusivamente femenino.
Confiesa prestar un especial cuidado a la morfología, la sintaxis y el léxico de sus novelas y agradezco que de un modo jocoso reconozca hacerlo también cuando escribe un mensaje de texto, renunciando a las cada vez más proliferantes abreviaturas y faltas de ortografía aún a riesgo de tener que emplear un minuto más de su tiempo y un puñado de caracteres extra.

Ha reconocido estar trabajando ya en su próxima novela, aunque no ha querido desvelar nada acerca de su argumento, y presa de un sincero entusiasmo nos ha instado a prestar atención, a partir de octubre, a la adaptación televisiva de su primera novela.