Maoño, 5 de noviembre de 2.010
El teatro de las antiguas escuelas de Maoño se llena de niños y padres
para disfrutar de Ábrego Teatro y de un cuento cántabro con brujas, anjanas,
mozucos y mozucas.
Siempre
es un lujo poder disfrutar del trabajo de María Vidal: hoy el registro es muy
diferente, lejos de tragedias griegas o lorquianas, pero la entrega es la
misma.
Con
la única compañía de Ramón Bueno, acordeonista de Gama, y con la ayuda de
algunos útiles de cocina, unas frutas y unas hortalizas, una jubilosa
campurriana nos lleva de la mano por los inocentes vericuetos de la historia de
amor de dos mozucos cántabros que no cuentan con la aprobación del padre de la
novia.
Éste
recurre a los servicios de una horrible bruja que hechiza a la linda niña,
confinándola en las profundidades de una oscura cueva y el enamorado mozo sufre
la ausencia de su amada hasta que recibe la visita de una hermosa anjana que le
explica lo sucedido y como romper el encantamiento.
Nuestra
cuenta-cuentos desaparece detrás de un teatrillo y un intrépido títere acude
valerosamente al rescate de la bella moza para vencer, con la ayuda del público
infantil, las sucias artimañas de la bruja.
Aplausos,
cánticos y sonrisas. ¡Que bonito...!
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