viernes, 22 de julio de 2016

LOS PRIVILEGIOS DEL ÁNGEL: los irrompibles lazos que la amistad forja durante la infancia

Santander, 17 de julio de 2.016


La Trilogía del Baztán, recientemente concluida, ha supuesto un tremendo éxito para Dolores Redondo, pero éste no ha sido su primer trabajo. En 2.009 publicó "Los privilegios del alma", una alambicada novela que explora los irrompibles lazos que forja la amistad durante la infancia; una historia dura, fácil de leer, impregnada de un magnetismo perturbador que augura a su autora un futuro prometedor...


Sus protagonistas son Pachuca y Celeste, dos niñas que se conocieron cuando comenzaron a ir al colegio. Las dos eran muy diferentes: la una era jovial, alegre y dicharachera, mientras que la otra erta mucho más introvertida y melancólica, pero ambas compartieron confidencias, juegos y travesuras que las hicieron inseparables. El frágil equilibrio sobre el que se sostenían sus vidas se rompió sólo unos meses después...

En un momento maldito, que no fue distinto de otro cualquiera, una de aquellas ovejas sumisas, rojas y sedosas, que formaban parte del rebaño de vida y energía que fluía por el caudal de riego de sus organismos al ritmo acompasado y cuchambero de sus dóciles corazones, dejó de escuchar el sonido de su tambor de vida, se rezagó, tembló, dejo de fluir serena y confiada, y comenzó a dar tumbos frenéticos dirigida por otro ritmo más anárquico y hostil que surgía de su propio interior. El tam-tam del infierno operó en la buena ovejita una metamorfosis salvaje que la transformó en un lobo feroz y violento que avanzó, cegado por el hambre, lanzando furiosas dentelladas a las camadas de mastines blancos que custodiaban el rebaño y devorando a sus hermanas sin pudor alguno. Alcanzó la madurez sin que su horrible crimen le hubiese saciado. Comenzó a dividirse una y otra vez, transmitiendo su malformación y su locura, y en muy poco tiempo sus hermanos se convirtieron en hordas de invasores frenéticos dispuestos a establecer colonias por todo el organismo en que se alojaban.

En cuestión de meses, la leucemia las mató a las dos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario