martes, 14 de agosto de 2018

TRUMAN: lo único que importa en la vida son las relaciones


Santander, 13 de agosto de 2.018


“Trumán” (2.015) es una coproducción hispano-argentina dirigida por Cesc Gay y protagonizada por Ricardo Darín y Javier Cámara que triunfó en la trigésima edición de los premios Goya, una extraordinaria historia de amistad que destila miedo, dolor y tristeza, y en la que, aunque parezca que no pasa nada, se esbozan detalles de una vida entera.



Julián (Ricardo Darín) tiene un perro al que le cuenta todo, pero aún no le ha dicho que se va a morir. Se llama Trumán. Pretende darlo en adopción y dejarlo todo arreglado para que, cuando él falte, siga estando perfectamente atendido.


Lleva luchando contra su cáncer de pulmón más de un año y justo cuando este parecía que le iba a dar un descanso el muy boludo va y sale a hacer turismo por el resto de su cuerpo. Ha decidido que el tiempo que le quede no lo va a pasar entrando y saliendo del hospital. Haga lo que haga, va a morir: ¿para que seguir? ¿Solo para ganar algo de tiempo? No piensa esperar hasta el final. Cuando la cosa se ponga fea tiene intención de meterse en la cama, tomar unas pastillas y ya está…

Tomás (Javier Cámara) ha viajado a España desde Canadá para pasar cuatro días a su lado y despedirse de él. Es el primer amigo que va a ver morir y no sabe muy bien cómo afrontarlo…


Comparte con él sus últimas bocanadas de vida y es testigo de algunas de sus despedidas. Conversan, pero el tiempo pasa rápido y tiene la sensación de no haber hablado lo suficiente. Se siente tan orgulloso de él...



El extraordinario guión firmado por el propio Cesc Gay, la sutileza de sus diálogos, la delicada banda sonora que los envuelve y la complicidad que comparten sus dos protagonistas hacen de esta agridulce película una pequeña joya que hay que degustar a solas, con calma, en el saloncito de casa y con poca luz, como si estuviéramos en el teatro…


No hay comentarios:

Publicar un comentario