Satander, 25 de agosto de 2.018
“La verdad oculta” (Larysa Kondracki,
2.010) es historia basada en hechos reales protagonizada por Rachel Weisz.
Los
Acuerdos de Dayton firmados en 1.995 pusieron punto, y final, a la Guerra de
los Balcanes, con la condición de que un cuerpo de policía facilitase la
transición hacia la paz…
Democra
Security -el contratista que usa el gobierno de los EE.UU. para enviar observadores
de las Naciones Unidas a Bosnia-, paga cien mil dólares libres de impuestos por
seis meses de trabajo.
Kathryn
Bolkovac (Rachel Weisz) es una policía de Lincoln, Nebraska. Ha estado casada
dos veces, pero las dos veces le ha salido mal, pues está demasiado
comprometida con su trabajo. Acaba de perder la custodia de su hija, que se va
a mudar con su padre a otro estado. Estará lejos de ella, pero será poco tiempo
y ganará mucho dinero…
Viaja
a Sarajevo dispuesta a presenciar el renacimiento de un país destruido por un
conflicto racial entre hermanos, pero no tarda en comprobar que allí, cada
mañana, la esperanza es acechada por la pesadilla del día anterior.
Trabaja
bien. Es concienzuda. Levanta algunas ampollas, pero no tardan en ofrecerle un
puesto al frente de la oficina de asuntos de género que las fuerzas de Naciones
Unidas tienen sobre el terreno. Casi sin querer, descubre una red de traficantes
sexuales que secuestra mujeres para obligarlas a prostituirse. Miembros de la O.N.U.
están implicados, pero tienen inmunidad diplomática y no pueden ser procesados.
Sin embargo, si alguna de las chicas declarara ante los tribunales, sus nombres
saldrían a la luz y la Organización de Naciones Unidas tendría que hacer algo
al respecto…
Tiene
dos testigos. Ha prometido mantenerlas a salvo, pero no ha podido hacerlo.
No
tenía ni idea de lo que se iba a encontrar: creía que solo iba detrás de un
hombre, pero son muchos los agentes de la policía internacional implicados. Son
ellos quienes obligan a esas chicas a cruzar la frontera para después tratarlas
como a esclavas. Se supone que están ahí para protegerlas, pero están abusando
de ellas…
Desde
que acabó la guerra, con la población masculina de Bosnia reducida a la mitad,
el tráfico sexual ha aumentado de manara considerable. Raptan a las chicas
fuera del país y después de cruzar la frontera, las venden y torturan física,
psíquica y emocionalmente. Las obligadan a prostituirse y sus clientes son
miembros de las fuerzas de estabilidad y de la policía nacional e internacional
implicados en el negocio.
Kathryn
Bolkavac solo hizo su trabajo, pero destapó un escándalo. Había hecho creer a
muchas de aquellas jóvenes que, si declaraban ante un tribunal, recibirían
justicia, pero las decepcionó. Al menos debía conseguir que su voz fuera
escuchada, así que, después de que ser despedida, sacó a la luz todos sus
expedientes.
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