martes, 30 de octubre de 2018

VICKY GASTELO Y ANDRÉS SUÁREZ: siempre serán dos de nuestros consentidos

Santander, 28 de octubre de 2.018


El 13 de marzo de 2.014, Vicky Gastelo escribía en su muro de Facebook:

En unos días empiezo a tocar, y a viajar, y a veros las caras, y a emocionarme. Yo prefiero decir tocar a girar, que resulta muy pomposo para algo que yo hago desde las entrañas. Empiezo por Madrid y sigo por Santiago...
Santiago: pienso en sus calles, en la catedral, en un plato de pulpo…, pero también en la primera vez que toqué allí. Me había llamado Andrés Suárez porque estaba organizando un ciclo de música, y me pareció una buenísima idea, sobre todo porque cantaríamos juntos. No se me olvidarán Pantín, y la casa de sus abuelos, y ese sitio donde me llevó a cenar, cuyos alrededores, por cierto, estaban un poco oscuros, por lo que yo le pregunté si era ahí a donde llevaba a todas las chicas…
Andrés, lo siento, pero tengo que contarlo: jamás un chico me ha preparado un desayuno así. Pasé frío en esa casa, pero cuando me levanté me esperaba un desayuno maravilloso. Y había flores, sí, había flores… La tarde anterior estuvimos cantando: una suya, una mía. Esos son los regalos que me hace la música.
El día siguiente, el del concierto, también fue especial. Cuando salí al escenario me costó mucho no llorar al ver que la gente cantaba mis canciones, aunque no había estado nunca allí. Nos cuesta tanto que la gente nos conozca que aquello fue un regalo para mí.
Pienso en Santiago y pienso en esa canción que ya es de los dos…


Será mi corazón, será este viejo hotel,
que no hay amor ni para intentarlo otra vez.
Seré yo, será él:
nos aplastó el miedo a perder.
Será que se ha juntado todo,
que lo quiero a mi modo,
que empiezo a beber.
No lo sé...
Será que el invierno es muy largo,
que no hago pie en el barro
que estoy sola otra vez.
Será el alcohol, que no duermo bien:
de noche los fantasmas me vienen a ver.
Será que yo todo me lo jugué:
no sé de dónde tirar, no sé en lo que creer.
Será que siempre apunto alto,
que ser fiel está de saldo,
que me sobreestimé.
No lo sé…
Será…
Serán los treintaitantos,
que me arden los labios por besarte otra vez.
Será que se ha juntado todo,
que lo quiero a mi modo,
que empiezo a beber.
No lo sé…
Será…

Han pasado un puñado de años desde entonces, pero ambos siguen siendo amigos. Victoria -como la llama él-, acaba de publicar su último disco: “Lo he vuelto hacer”.
Andrés la considera una de las mejores escritoras de canciones de nuestro país y está orgulloso de su trabajo. Está encantado de haber podido participar en él. Juntos cantan “Aunque no sea yo”, un esquisito regalo para los sentidos…


Entre la línea del bien y el mal estamos tú y yo:
si quieres tú, no quiero yo,
si quiero yo, ahora tú no.
Contigo odio las formas, es tan bonito el contenido.
Debe ser amor aceptar que nunca estarás conmigo,
que siempre serás tú mi consentido.
Y así siempre será…,
¡Y así siempre será…!
Aunque no sea yo quien despierte contigo,
aunque no sea yo quien cuide de ti,
aunque no sea yo quien abraces cuando estás dormido,
aunque no sea yo quien te haga feliz.

Entre mis manos, mi voz, mi paz…,
yo me quedo contigo.
Por encima del amor
duerme lo que tú y yo sentimos.
Nuestros deseos viajan
en un tren de largo recorrido,
y en cada estación,
un beso de los que nunca nos dimos,
como el sol de la mañana.
Aunque no sea yo quien despierte contigo,
aunque no sea yo quien cuide de ti,
aunque no sea yo quien abraces cuando estás dormido,
aunque no sea yo quien te haga feliz.
Aunque sí sea yo quien se muere de celos
cuando me hablas de sueños
y no piensas en mí,
aunque sí sea yo donde buscas consuelo,
con quien lloras tus penas,
pero nunca es por mí.

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