Bilbao, 3 de noviembre de 2.012
El día no acompaña...
El frío y la lluvia invitan a quedarse en casa, arrebujado bajo una manta en el sofá del salón saboreando una buena película, pero hoy tengo una cita en Bilbao con Rebeca Jiménez.
Mi relación con ella empezó precisamente allí cuando hace un par de años nos regaló un concierto único a la veintena de personas que fuimos a verla al Bilbo Rock.
Hoy el público ha respondido bastante mejor y ha llenado la sala Azkena de la capital vizcaína.
La versión reducida, en formato acústico, de los locales Clarisse ha sido la encargada de levantar el telón.
Con cuatro acordes y una voz bonita, limpia y poderosa, , Miguel y Estíbaliz han intentado con poco éxito caldear la noche repartiendo canciones demasiado frías: un puñado de baladas que no me han llegado al corazón.
Después ha sido el turno de Rebeca que hoy venía sóla.
La segoviana ha prodigado sinceras y emotivas dedicatorias, ha recordado a los habituales Vicky Gastelo y Quique González y ha compartido sus miedos con un prometeder Jorge Marazu.
"Hay historias en la vida que compartimos, alegres y tristes, porque los sentimientos son universales"
Hoy más que nunca esta canción ha volado hasta el cielo:
"Cada día cuesta más"
Y sin avisar la vida
pega un giro bruscamente.
Como duele este silencia,
como quema de repente.
Cada día cuesta más,
cada vez lo entiendo menos.
Nuestro trago quedó a medias,
y mis labios siguen secos.
Tú, ya no estás;
tú, ya no estas,
para escuchar mis canciones.
No me vale pensar
que ya vendrán tiempos mejores,
que ya vendrán tiempos mejores...
Tú no parabas de dar,
de borrar todos mis miedos.
Desde tu casa flotante
se que has incendiado el cielo.
Y tú, ya no estás;
tú, ya no estás,
para escuchar mis canciones.
No me vale pensar
que ya vendrán tiempos mejores,
que ya vendrán tiempos mejores...
Sálvame,
no se salir de este lío.
Ayúdame,
como hacías...
Y deja que grite
¡como me falta tu amor!
Déjame que grite
¡cuánto nos falta tu amor!
Tú, ya no estás;
tú, ya no estás,
para escuchar mis canciones.
(Rebeca Jíménez)
Una emocionante versión del "Hallelujah" de Leonard Cohen puso punto y final al concierto de Rebeca Jiménez (las canciones lo cuentan casi todo...).
I did my best, it wan't much;
I couldn't feel, so I tried to touch.
I've told the truth, I didnt' como to fool you,
and even though it all went wrong.
I'll stand before the Lord of Song
with nothing on my tongue but Hallelujah.
Hallelujah...
(Leonard Cohen)
Un poco de suerte no vendría mal. No parece que sean buenos momentos pero las malas rachas, aunque sean largas, siempre se acaban. ¡ÁNIMO GUAPA!
Después vinieron las copas, las risas y las confidencias.
¡OS QUIERO!
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