viernes, 29 de noviembre de 2013

MARIDOS Y MUJERES: los corazones no laten con lógica

Santander, 23 de noviembre de 2.013

"Maridos y mujeres" es una película de 1.992 escrita, dirigida y protagonizada por Woody Allen junto a Mia Farrow, Sydney Pollack, Judy Davis, Juliette Lewis y Liam Neeson.


Woody Allen aprovecha su extraordinario sentido del humor para diseccionar la complejidad de las relaciones de pareja...



Pensar en una separación siempre resulta doloroso pero no se puede conservar una relación sólo por miedo. A todos nos asusta quedarnos solos pero para disfrutar del resto de nuestra vida en ocasiones puede ser necesario empezar de nuevo.
Hemos de tener en cuenta que aunque hayamos crecido entre películas y novelas en las que el amor eterno era considerado el súmmum del romanticismo, el amor cada vez más intenso no es más que un mito, como lo es el orgasmo simultáneo. ¡Tarde o temprano todo se convierte en mierda!

Las parejas lo pasan mal -todas tienen problemas-, pero lo que realmente nos hace daño son los sueños irreales. La vida está llena de cambios: si no cambiamos no maduramos, solo nos consumimos. 
Podemos aprender a convivir con las rarezas de nuestra pareja y aceptar los problemas: vivir con ellos y esconderlos bajo la alfombra; reconocer que el amor es algo más que pasión y romanticismo: es compañerismo y un fantástico remedio contra la soledad.
Lo que funciona, funciona... 
Pero podemos también abrir la ventana y dejar que la tormenta nos empape: nuestra ecuación no es de primer grado.

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No es la primera vez que Woody Allen es trasladado al teatro...
Álex Rigola, con la colaboración del 'Teatro de la Abadía', ha adaptado con gran acierto su fantástico guión llevándolo a los tablaos de la mano de Miranda Gas, Fernando Soto, Luis Bermejo, José Luis Torrijo y las extraordinarias Nuria Mencía y Elisabet Gelabert.


Un retrato crudo y obsceno de las relaciones de pareja en el que la escritura sobrepasa la parte visual, que tiene la habilidad de transmitir sus pensamientos filosóficos al lector/espectador de la forma más directa, y donde el humor sigue siendo el camino más llano para abordar nuestros conflictos más intensos.
Toda la ficción que hemos recibido del mundo del cine y de la literatura, tanto adulta como infantil, que aborda el tema de las relaciones de pareja está enfocada hacia sus momentos culminantes: ese estado maravilloso/estúpido donde no es capaz de centrar sus neuronas. Después la mayoría de los cuentos terminan: "fueron felices y comieron perdices, o anises".
Pero muy pocas historias te cuentan que pasa cuando llevas más de diez años comiendo perdices y, como nos han educado con estas fábulas, seguimos esperando que nuestra relación de pareja ocupe ese punto álgido inicial.
Woody Allen nos recuerda que querer vivir en pareja es algo más profundo; que tenemos que relajarnos y saborearlo sin esperar que sea siempre como en los inicios. Es así de cierto, de triste o de simple. O quizás no...
Alex Rigola






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