Torrelavega, 1 de noviembre de 2.014
Flores para nuestros muertos y velas para nuestros vivos...
El día empezó pronto y lo alargamos mucho para terminar disfrutando de la decimoquinta edición del Festival de Teatro Aficionado de Torrelavega.
Sobre el escenario del Teatro Concha Espina la compañía asturiana Teatro Contraste desempolva la obra "Un Dios salvaje", de la francesa Yasmina Reza, y me recuerda que la realidad siempre supera a la ficción...
Abogados, arquitectos, hosteleros, distribuidores de productos del hogar, escritores, ginecólogos, amos de casa...: adultos responsables que trasladan a sus hijos sus miedos y frustraciones convirtiendo las peleas de niños y su curiosidad infantil en peligrosas agresiones y denigrantes vejaciones.
Se ofuscan, cuestionan la normalidad de las cosas, emiten juicios sumarísimos y fustigan a cualquiera que haya osado incomodar a sus retoños.
Buen trabajo de los actores que interpretan a las dos parejas de combatientes protagonistas de la obra: irónicos y mordaces, el alcohol les hace perder los papeles y quitarse las caretas añadiendo a la función un componente cómico que le resta algo de credibilidad.
En cualquier caso, extraordinaria el texto y penoso el comportamiento de algunos padres...
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