lunes, 15 de septiembre de 2014

REPION - 'LA LÁGRIMA Y LA NARANJA': sus bolsillos están llenos de ilusiones

Santander, 12 de septiembre de 2.014


Repion es una joven y peculiar banda de rock/pop alternativo asentado en Camargo desde 2.011.
Hace dos años fueron finalistas del Certamen Música Joven de Cantabria. El año pasado volvieron a participar y ganaron, lo que les brindó la posibilidad de sumarse este verano al festival Amstel Música en Grande y financiar la publicación de su primer disco: "La lágrima y la naranja". Ellos lo definen como un recopilatorio de maquetas grabadas en diferentes periodos de tiempo entre 2.012 y 2.013:
"Esto que tanto, tantísimo, nos ha costado sacar, es la recopilación de todo el trabajo que hemos venido haciendo desde que Repion se formó. Hemos querido reunir en este CD las canciones que estaban, para nosotros. más a la altura desde los comienzos hasta la última vez  que entramos en el estudio (2.013). Aunque se trata de un proyecto plagado de ilusión y del cual nos enorgullecemos no nos atrevemos a llamarlo disco sino, más bien, maquetero recopilatorio. Aquí reunimos todo lo vivido con la banda para sacudirnos las chaquetas y empezar una vez más, con un aire renovado, canciones nuevas y más fuerza si cabe".


Esta noche lo han presentado en el Black Bird Club. 
Tenía ganas de conocerles. Hoy era el mejor día para hacerlo y no me han decepcionado.


La casa de la música en Santander presentaba un aspecto diferente. Gente más joven de lo habitual llenaba la sala y entre el público se mezclaban tres jóvenes con el rostro desencajado a los que las paredes del camerino se les venían encima. Preferían matar los últimos minutos antes de su concierto más especial charlando con los amigos que habían venido a verles.

Fueron presentados y ocuparon su lugar sobre el escenario. Sus nervios eran palpables pero acabaron con ellos a golpe de baquetazo.
Las hermanas Iñesta, Teresa (batería) y Marina (guitarra y voz), son el alma del grupo pero su música no sonaría igual sin la incorporación de Diego García (bajo).


La benjamina enseña los dientes. Se muerde los labios y descarga toda su furia sobre bombos, timbales y platillos. Chena ajusta el sonido y la personal voz de Marina nos contagia su garra e entusiasmo. ¡Que ganas tenía de escuchar un concierto así!

Rezuman calidad, frescura, espontaneidad, energía, fuerza, entusiasmo e ilusión. La timidez propia de su bisoñez e inexperiencia solo se percibe entre canción y canción. Llevan la música en la sangre y tocando se sienten seguros.
Escuchan al público corear sus canciones y una enorme sonrisa se dibuja en sus labios. Les brillan los ojos: saben que están ante su noche más grande y lo disfrutan.
Han preparado un concierto especial. Han incluido en su repertorio algunos temas de corte más acústico: Teresa toca la guitarra e incluso se atreve a cantar, y un puñado de amigos sube al escenario para hacer la noche aún más mágica.


Son jóvenes. Sus bolsillos están llenos de ilusiones. Si se caen se levantarán otra vez y desde hoy sé que yo estaré allí para verlo.
¡¡¡Son muy buenos!!!

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