jueves, 2 de abril de 2015

REBECA JIMÉNEZ & VICKY GASTELO: ¡¡¡ellas siempre se salvan!!!

Santander, 7 de marzo de 2.015


Sus cartas no están marcadas: su historia es de verdad.
¡¡¡Con ellas hasta el final!!!


Vicky y Rebeca son mucho más que compañeras de oficio o profesión: ¡son amigas! Hace años que comparten confidencias, inquietudes, vivencias, amigos, viajes en furgoneta, pianos, canciones y escenarios. Hoy, en el Black Bird Club, han comenzado una nueva temporada: volverán a intercambiar temas, a entrelazar sus voces y a disfrutar juntas sobre un tablao. Pisan terreno conocido: Santander es su hogar aunque entre bromas, y coqueteando con el proyecto de una nueva canción, confiesan que en ocasiones ya no saben dónde está su casa.




Han desempolvado canciones viejas, han repasado sus últimos trabajos y nos han presentado algunos temas nuevos.
Han abandonado el escenario, se han mezclado con el público y sentadas al piano de pared de la sala, como si estuviesen en el salón de su casa, han jugueteado con un puñado de canciones que nosotros hemos envuelto con nuestras voces mientras nuestras miradas se buscaban. Ha sido un instante único, mágico y breve.


Después han regresado al escenario y el concierto ha continuado. Casi dos horas durante las que las dos amigas han compartido un puñado de delicadas canciones que yo hago mías... ¡¡¡GRACIAS!!!




Vimos las estrellas, pero fueron fugaces. Me moría por un beso tuyo pero me aplastó el miedo a perder. Puede que no lo hiciese bien pero no cabe en una noche todo lo que yo te quise. Se juntaron muchas cosas... El reloj se paró entre nuestras manos y yo juré no volver a hacerte daño pero hay lazos que no importa si se atan o no.
Como el agua se come a la tierra y la tierra me come a mí, yo me comí la rabia y la pena de estar sin ti. Lo mismo me dio: no dejó de doler. Te eché de menos, te esperé y te seguí queriendo.
Las puertas no se abren y cierran así como así: no se pueden matar los sentimientos. Dejé que pasase el tiempo mientras te imaginaba a mi lado y sentía que estabas conmigo como lo estabas antes. Buscaba la ola que me ayudase a salir pero, de noche, cuando la soledad aprieta, los fantasmas me venían a ver y no dejaba de pensar en ti. Nunca dejaste de colarte en mis sueños. Siempre supe que no me equivoqué contigo: tantas idas y venidas y siempre, en medio, el corazón.

Me he empezado a fijar en los bancos de los parques y en los corazones de la puerta de los baños de los bares: ¿quién no quiere una sonrisa al despertar? Siento que me quemo por dentro cada vez que te vuelvo a ver, pero el miedo es una trampa.
Es mejor no darle muchas vueltas: tendrá que pasar mucho tiempo hasta que la hierba vuelva a salir pero las malas rachas siempre se acaban. Ni venderé mi alma al diablo ni me rendiré: los anticuarios repararán mi corazón y saldré a buscarte e iré a por ti. No quiero dar más vueltas sin ti. No cederé: ¡todo llegará!
Tú nunca te borraste. Siempre estuviste ahí: a las ocho en el portal, con un billete al mar para que el aire me entre. La calle supo de lo nuestro antes que nosotros dos...
Dimos la vuelta al contador y lo pusimos a cero. Nos pegamos un homenaje. Deshicimos nudos y echamos a volar: despegué desde tu corazón para lleguar al cielo. Siempre quise que fueras tú: sabía de que lado estabas y tenía tantas cosas que contarte...

Tú y tus maneras hicieron trizas todo lo que tracéCambio mi suerte cuando te encontré: ¡si tú supieses como te busqué...! Sentía que me quemaba por dentro: había llegado el momento de volverte a ver...
Me desperté cogido de tu mano y tuve claro que todo empezaba bien. Los dos apostamos a ganar y ahora sólo quiero pedirte un bis cada noche para después, despertarme contigo, sin pretensiones ni condiciones. Quiero ser yo quien cuide de ti, a quien abraces cuando estés dormida y quien te haga feliz. ¡Todas mis noches son para ti! ¡Quédate conmigo hasta el final! ¡Soy sinceramente tuyo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario