sábado, 25 de febrero de 2017

TRABAJOS DE AMOR PERDIDOS: no se le pueden poner puertas al amor

Santander, 14 de octubre de 2.016


Me gusta el teatro servido en privado. Las grandes salas me apabullan. Cuando me cito con la musa Talía, prefiero hacerlo en la recogidita Sala Pereda del Palacio de Festivales que en la fría Sala Argenta pero, de un tiempo a esta parte, los responsables del auditorio, cuando programan espectáculos con cierto tirón popular, bien sea por los autores de las obras representadas o por los actores que las protagonizan, aprovechan para hacer caja y abren las puertas de la sala grande.
Hoy ha visitado Santander un personaje de relumbrón: D. William Shakespeare... Se cumplen cuatrocientos años de su muerte y la fundación Siglo de Oro ha querido celebrarlo recuperando una de sus primeras comedias románticas: "Trabajos de amor perdidos". Considerada una de sus obras más extravagantes e intelectuales, se estima que el dramaturgo inglés pudo escribirla entre 1.595 y 1.596, y es, por lo tanto, contemporánea de "Romeo y Julieta" o "El sueño de una noche de verano". 


El rey de Navarra y tres de sus caballeros deciden recluirse en un castillo para dedicarse a la erudicción y el estudio, renunciando a mantener cualquier tipo de contacto con los miembros del género femenino. Sin embargo, la llegada al castillo de la princesa de Francia y tres de sus damas echará al traste su propósito porque, aunque la puesta en escena no ayude, es evidente que no se le pueden poner puertas al amor...


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