Santander, 21 de junio de 2.012
Hoy Rebeca Jiménez ha vuelto a Santander,
un lugar en el que ella dice sentire como en su segunda casa.
Sólo hace unos días que anunció en las
redes sociales la cancelación por razones médicas de varios conciertos ya programados
pero esta noche no ha querido faltar a su cita en el Black Bird Club.
La voz más atractiva de nuestro panorama
musical ha subido al escenario sola, sin la compañía de los habituales Mario
Raya y Toni Jurado.
El piano y una estrella de luz blanca han
sido su única compañía, pero la segoviana no necesita más.
Su áspera voz es suficiente para
cautivarme, derrochando dulzura, complicidad, potencia y sensualidad.
“Acuérdate
cuando te hablen de mi”, fue el tema con el que Rebeca comenzó un concierto
especialmente emotivo.
Pronto nos invitó a brindar con ella
porque seguramente todos, en alguna ocasión, nos hemos emborrachado por amor,
confesando que parte de la letra de esta canción la escribió subiendo el puerto
de El Escudo, camino de Madrid.
“Me emborrache por ti”
Me
emborraché por ti,
y
todos me contarón que te vieron triste.
No
soy capaz de hablar;
no
cabe en una noche lo que yo te quise.
Las
cosas cambian;
la
vida mancha,
cambiando
el color.
Anoche
me bebí
un
litro de mi vida para ver tus fotos,
y
vi salir el sol
sentada
en la azotea, entre cristales rotos.
La
malas rachas siempre se acaban.
…..
Rebeca
Jiménez
Había sorpresas anunciadas para esta noche
y la primera no tardó en llegar.
Rebeca invitó a subir al escenario a
alguien que, de alguna manera, siempre está presente en sus conciertos, porque
el público no se cansa de pedirle que cante uno de sus temas.
Quique González abrazó a su amiga y pícaramente
nos confesó que él compuso la letra de “De haberlo sabido” bajando el puerto de
El Escudo, camino de Villacarriedo.
“De haberlo sabido”
De
haberlo sabido,
no
hubiera dado todo en un principio,
no
hubiera sido la noche en tu espalda,
ni,
congelándote de frío,
de
haberlo sabido,
me
hubiera ido sin decirte nada;
no
hubiera sido tan duro contigo;
no
habría corazón en la garganta.
Peor
que el olvido,
fue frenar las ganas
de
verte otra vez.
Peor
que el olvido,
fue
volverte a ver,
volverte
a ver…
Me
sobran motivos,
pero
me faltas tú sobre la cama
y
ahora las calles estan llenos de bandidos,
cuando
necesito de tu madrugada,
cuando
ya te has ido,
cuando
me parte en dos el alma.
No
hubiera dudado en quedarme contigo
de
haber sabido como yo te amaba
Peor
que el olvido,
fue frenar las ganas
de
verte otra vez.
Peor
que el olvido,
fue
volverte a ver,
volverte
a ver…
(Quique
González)
Juntos nos regalaron un momento único,
compartiendo un tema que cuando lo canta Rebeca me pone los vellos de punta.
Después, lo que compartieron fueron
cigarrillos, fumando a medias en las calles de Madrid, desde Las Ventas hasta
Chamberí…
Quique se retiró y el concierto siguió su
curso.
Había más sorpresas.
Rebeca anunció la presencia de Carlos
Vega, que confesó no haber escrito nada, ni subiendo ni bajando El Escudo, y
juntos, nos invitaron a visitar “El sitio de mi recreo”, de su hermano Antonio.
Se acercaba el final de una noche especial.
Emocionada, Rebeca confesó que son
momentos difíciles para todos, también para ella, y nos animó a ser valientes,
antes de despedirse por primera vez recordándonos que existe una historia entre
ella y nosotros tan fuerte que nada la podrá hacer tambalear: una historia
entre tú y yo.
Por dos veces tuvo que volver Rebeca al
escenario para finalmente despedirse recordando a Vicky Gastelo, su amiga del
alma, compañera de canciones en infinidad de ocasiones pero que hoy no ha
podido acudir al Black Bird.
“Si tú piensas en mí”
No
se donde agarrarme que no se mueva,
vengo
plantando flores en la arena.
No
se donde tocarme que no me duela,
mejor
será largarse que darte pena.
Si
tú piensas en mí,
si
no ha dejado de doler,
si
no has vuelto a dormir abrazado a mí,
como
en aquel hotel.
Si
tú piensas en mí,
Yo
también…
…
(Vicky
Gastelo)
El concierto se acabó y yo he regresado a casa
convencido de que Rebeca triunfará porque es la mejor.
Es valiente y estoy seguro de que sabrá salir
adelante dejando atrás lo duro de este invierno.
Depende de ella, pero me gustaría que
supiese que cuenta con mi cariño y que ya estoy deseando volver a verla sobre un escenario, para que podamos recorrer juntos la senda que ha de conducirla hasta el éxito más
rotundo.
De todos modos, un poco de suerte no vendría
mal, y ésa seguro que también le va a acompañar: se lo merece.
Ánimo, Rebeca. Tú puedes hacerlo…
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