miércoles, 12 de octubre de 2011

CHEBÚ: estos chicos no paran de crecer

Santander, 11 de octubre de 2.011

Noche de concierto en el Zéppelin, pub que conserva, además del nombre, alguna cosilla más de cuando yo paraba por allí con mis amigos: la tarima de madera oscura, el espejo en la pared, el cabrete con mesas al fondo, junto al baño, o la barra llena de curvas.

Hace muchos años que no volvía por aquí y hoy lo he hecho para disfrutar del concierto de Chebú a quienes ya tuve la oportunidad de conocer hace unas semanas en el restaurante La Bicicleta, en Hoznayo.


El alma de Chebú es Nahúm Cobo pero éste es un proyecto musical que crece a la vez que lo hace la figura de Yenia Popova, un torrente de voz que hoy parecía mucho más segura sobre el escenario.

Me ha gustado mucho la colaboración en la percusión de Charlie; no tanto la irrupción improvisada de Mario de Inocencio y Paolo Latrónica, a quienes pediría además que fuesen un poco más discretos y apoyasen a sus amigos de Chebú desde la sombra, sin  necesidad de acaparar la atención del público corrigiendo pequeños errores técnicos que en todo caso se hubiesen podido subsanar de un modo más discreto colaborando con ellos en una prueba de sonido antes del concierto.

Estos chicos no paran de crecer y cada día brillan más.
Me encandilan la sensibilidad, sensualidad y timidez de Yenia, sus manos apoyadas en la cintura cuando canta, las miradas cómplices que comparte con Nahúm y los dedos de éste acariciando el teclado.
Seguid así…

2 comentarios:

  1. Ahora te ha dado por ir haciendo amigos...

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  2. No he pretendido ofender a nadie...

    Estoy seguro de que Mario y Paolo apoyan con toda su alma a Chebú y es más, de que éstos les están profundamente agradecidos, así que yo no soy nadie para juzgarles pero creo que resta profesionalidad al trabajo de Chebú el ver como dos individuos irrumpen sobre el escenario en mitad del concierto para recolocar los altavoces.

    Por otro lado, respecto a la colaboración de Mario y Paolo, no me gustó y punto.
    Tenemos la suerte de tener cerquita nuestro a una cantautora a la que he oido decir que a ella le gusta ir a disfrutar de los conciertos de sus amigos y que subirse al escenario con ellos supone para ella mucha responsabilidad y un trabajo previo.
    Más de una vez la he visto entre el público y me he quedado con las ganas de disfrutar de una colaboración suya, rechazando incluso la invitación del artista principal a que subiese con él a cantarse cualquier cosa que le apeteciese.
    En su momento me ha dado mucha rabio pero por contra, cuando lo ha hecho, nos ha regalado joyas.
    Prefiero eso...
    (FCP)

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