Santander, 2 de octubre de 2.011


“La gata con botas” ha sido su propuesta para hoy.
¿Cómo que la gata?, nos preguntamos antes de comenzar la función; la respuesta es sencilla: para recordarnos a todos que no hay unas actividades propias de los niños y otras indicadas para las niñas: ¿por qué una gata no iba a ser capaz de convertir al humilde hijo del molinero en el apuesto y rico Marqués de Carabás?

Una estructura de mimbre y madera capaz de convertirse en molino, palacio o bosque es el escenario elegido por los aragoneses para contarnos a su manera el cuento de Charles Perrault: el gato que vive en el molino es un vago y un holgazán mientras que su compañera es una gata lista, valiente y aventurera que un día decide abandonarle e irse a recorrer mundo con el hijo del molinero.
Muñecos, mamporros y canciones que arrancan las sonrisas de los peques.
...Y seguro que a los mayores también.
ResponderEliminarA mí me gustó pero suelen decirme que soy como un niño...
ResponderEliminarLa verdad es que es una gozada como manejan los títeres; de momemnto me quedo con las ganas de verles con un texto original y no con la adaptación de un cuento tan clásico pero mereció la pena.
(FCP)