Santander, 15 de octubre de 2.011

Una cocina amplía, limpia y acogedora, pero vacía, es el lugar al que cada noche regresa Shirley, después de limpiar en casa de un acomodado matrimonio, para prepararle la cena a su marido.
Un día, hace años, fueron felices…
Juntos pintaron de amarillo las paredes de su cocina: jugaron, rieron y se bañaron en una piscina de vainilla.
Juntos criaron a sus dos hijos y juntos también se extraviaron: perdieron la ilusión, se convirtieron en extraños y comenzaron a desperdiciar sus vidas.
En algún recodo del camino Shirley Valentine dejó de ser Shirley para convertirse en la Sra. Smith pero ahora ha tocado fondo; quiere recuperar las riendas de su vida, volver a sentir, y ser feliz.
Se enfrentará a si misma para volver a saltar desde el tejado de su casa, como hacía cuando era niña, y lo conseguirá, seguro.
El siguiente paso será rescatar a su marido porque él también está desperdiciando su vida.
Magistral el trabajo de Verónica Forqué, haciéndonos reir cuando se muestra ingenua, irónica y mordaz y conmoviéndonos con sus silencios y gestos contenidos.
¡Enhorabuena!
Que bonito suena
ResponderEliminarLo fue...
ResponderEliminarEs mucho más que un manifiesto feminista (que también).
FCP