Santander, 30 de marzo de 2.012
La gente de La Casa del Abuelo sigue apostando por la música de cantautor en Santander y esta vez le abrió las puertas del Black Bird Club a Litus.
La apuesta era arriesgada y la gente no ha respondido, pero no creo que sea justo arremeter contra un público que este fin de semana tenía para elegir una extensa oferta cultural en nuestra ciudad.
Los comienzos son duros y hacerse un hueco en el mundo de la música cuesta; lamentablemente Carles Ruiz Bosh es un artista desconocido que no recibe el reconocimiento que probablemente se merece pero esto es algo de lo que no se puede culpar a quienes hoy le ignoraron dejando pasar la oportunidad de verle actuar en directo.
A quiénes disfrutamos de su música nos queda la posibilidad de seguir apostando por él: ¡ánimo!
Guardo en mi memoria la magia del recital que el catalán nos regaló el verano pasado en el garaje del abuelo, pero hoy la chispa no prendió.
Con bastante retraso y la sala casi vacía ha aparecido en el escenario Litus para sentarse al piano y homenajear a su admirado Paul Carrack.
Después, con mucho entusiasmo y poco duende, ha alternado teclado y guitarra para vestir sus canciones y también aquellas que tomó prestadas: “Black Bird”, “Crazy”, “Mediterráneo”, “What a wonderful World”…
Agradecido, le ha dedicado temas a la gente de la sala, a su “mami” Nieves y a La Casa del Abuelo (¡enhorabuena, Diego!) y con nosotros ha compartido sus canciones.
A un Dios ateo
se le cruzaron los cables un día
al pasar por mi casa blanca,
y le volvió la fe.
Me regaló el regalo
que ahora te regalo
a ti, amigo fugaz,
para ayudarte a no olvidar…
Los carromatos traeran turistas
que se irán con nostalgia
por los recuerdos que no vivirán
Al sur del cielo encontré tus ojos
teñidos de Macondo
Y nada está de más, nada está de más…
(“Al sur del cielo”, Litus)
No hay comentarios:
Publicar un comentario