CREMATORIO: aquí huele a podrido...

Mogro, 13 de noviembre de 2.014

En 2.011 Canal+ estrenó la serie de producción propia "Crematorio", basada en la novela del mismo título firmada por Rafael Chirbes, que traslada a la pantalla la pestilente burbuja inmobiliaria que nos engulló a todos hace unos años para terminar reventando en nuestras narices...

Nada permanece,

todo se desvanece,

Sé que no puedo quejarme

trataré de no engañarme.

Simple cuestión de tiempo:

llegar al precipicio...

(Loquillo)

Políticos corruptos, promotores inmobiliarios y empresarios sin escrúpulos tejen una tupida red de sobornos, chantajes y traiciones.

Malversación de caudales públicos, prevalicación, cohecho y delito urbanístico continuado: podríamos estar hablando de cualquier municipio de esta España nuestra pero se trata de Misent, una localidad ficticia próxima a Benidorm.
Libretas con anotaciones en clave, análisis grafológicos, órdenes de detención y registros que no sirven para casi nada: ¡¡¡como nos suena!!! 

Ruben Bertomeu (José Sancho) es un tipo al que todos admiran y temen. Cambió los naranjos de su familia por el cemento. Especuló con el ladrillo para convertirse en dueño de todo y de todos: ocupar más metros, y llegar más alto se convirtió en su obsesión.

Tráfico de drogas, trapicheos con la mafia rusa...: le hubiese gustado ofrecer otro mundo a su familia pero lo cierto es que todos habían comido del mismo plato y a ninguno de ellos le preocupó nunca lo sucia que quedaba la cocina.

No le habría costado evitar la cárcel cuando todos sus trapicheos salieron a la luz: no era un cargo público y el escarnio es sólo para los políticos. Habría salvado lo que hubiese podido y dejado que las cosas se enfriasen durante uno o dos años. Habría dejado que pasasen unas elecciones municipales, que se estabilizasen las cosas y que la gente se olvidase para después retomar sus proyectos porque al fin y al cabo todo el país vive dentro de la misma burbuja.
Sin embargo, sus vecinos de Misent, los ciudadanos de a pie, estaban cansados de sus tejemanejes.
También nosotros estamos cansados...