jueves, 21 de abril de 2016

JUEGO DE TRONOS (XXVI): ¡mata al muchacho que llevas dentro!

Mogro, 20 de julio de 2.015

Éste es un buen momento para atacar a los Lannister pero Stannis carece de un ejército con el que hacerlo. Tras la muerte de Joffrey viajó a Braavos con la esperanza de que el Banco de Hierro financiase su causa: él es el legítimo rey, un buen comandante que no se limitará a prometer devolver el dinero que le presten...
Con el dinero obtenido compró unas tropas y viajó al norte. Solo su inesperada aparición impidió que los salvajes aniquilasen a la Guardia de la Noche y ahora Stannis Baratheon pretende que los derrotados le ayuden a tomar Invernalia y recuperar el trono pero el Rey más allá del Muro jamás se arrodillará ante él ni le jurará lealtad: ¡no alistará a sus hombres en las filas de un ejército extranjero!



Mance Ryder estaba condenado a morir pero el joven Jon le ayudó a hacerlo con dignidad...
Después, el valor demostrado durante la pelea con los salvajes hizo que sus compañeros le nombrasen Lord Comandante. Melisandre trató de seducirle pero él la rechazó pues aún ama a otra mujer. Invernalia fue su hogar una vez pero el Castillo Negro es su hogar ahora y la Guardia de la Noche no toma partido en las guerras de los Siete Reinos. Pretende que sus hombres cumplan su juramento y se comporten como un escudo que proteja todos los reinos de Poniente pero para ello deberá actuar como un hombre y tomar decisiones difíciles. No tiene mucho tiempo: los Caminantes Blancos se acercan y no pueden enfrentarse a ellos sólos...

Los hombres que Mance Ryder lideró pertenecen a esos reinos: nacieron en el lado equivocado del muro pero no son monstruos. Él dedicó gran parte de su vida a convencer a noventa clanes salvajes de que debían unirse por primera vez en la historia porque sabía que ninguno sobreviviría al invierno si permanecía al norte del muro.
Jon dejará libres a aquellos que fueron hechos prisioneros y reunirá a los que escaparon; abrirá las puertas y les dejará pasar para que se asienten al sur del Muro, en pueblos abandonados junto a tierras que nadie trabaja. No pretende que los salvajes se arrodillen ante nadie. El invierno se acerca: sólo tendrán que luchar junto a los hombres de negro cuando llegue el momento. Si no aprenden a vivir con ellos se sumaran al ejército de muertos vivientes que les amenaza y nada puede ser peor que eso...


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