Santander, 16 de mayo de 2.010
En
el otoño del año 2.005 yo estaba trabajando en SYH: se trataba de mejorar el
acceso a Grijota, un pueblecito muy próximo a Valladolid.
Por
aquel entonces el musical “Mamma mía” triunfaba en Madrid y se nos ocurrió
organizar un fin de semana de primos en la capital para disfrutar del
espectáculo: nos íbamos a reunir para verlo todos juntos
pero al final las cosas se complicaron un poquito en Grijota y no pudo ser…
Yo
me tuve que quedar en Tordesillas y mi entrada la aprovechó una buena amiga. Pasaron un
fin de semana genial, el musical les encantó y yo recibí una avalancha de
postales que así lo certificaban.
Han
pasado cuatro años y medio y hoy la Gran Vía
madrileña se ha trasladado a Santander. En el Palacio de Festivales se puede
disfrutar de “Mamma mía” y esta vez no me lo pierdo.
Se
trata de una historia divertida y a la que las canciones da Abba le sientan
como un guante (en un par de ocasiones hasta llegan a emocionar), sin embargo
esperaba un poquito más de artificio alrededor de los actores-cantantes. He
echado de menos un cuerpo de baile y unas coreografías que convirtiesen el
espectáculo en algo diferente a una Zarzuela sueca.
Me
ha gustado y he disfrutado, pero me esperaba algo mejor.
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