Bilbao, 20 de marzo de 2.015
El Eifman Ballet es sin duda una de las mejores compañías de baile que conozco. La última vez que tuve la oportunidad de disfrutar de su trabajo fue en el Palacio Euskalduna hace cinco años. Últimamente parece que no frecuenta mucho nuestro país. Creo que durante todo este tiempo no ha vuelto a pisar territorio español así que cuando hace unos meses supe que el Teatro Arriaga le iba a abrir sus puertas desde el primer momento tuve claro que yo no podía perdérmelo...
La compañía rusa ha vuelto a Bilbao para presentar su espectáculo "Rodin": un ballet estrenado en San Petersburgo en 2.011 con música de Maurice Ravel, Camille Saint-Saëns y Jules Massenet inspirado en la vida y obra del gran escultor francés Auguste Rodin y su trágica historia de amor con su discípula, musa y amante Camille Claudel. Tras más de quince años juntos, pusieron fin a su relación y esto acabó con la salud mental de la escultora que pasó sus últimos treinta años encerrada en un sanatorio.
Boris Eifman define "Rodin" como un 'ballet psicológico' y afirma que sus bailarines tratan de expresar, a través de la danza, la pasión, la lucha interna y la desesperación que Rodin y Camille plasmaron en sus obras de bronce y mármol.
La vida y el amor de Auguste Rodin y Camille Claudel conforman una historia increible sobre una alianza dramática de dos artistas en la que todo se entrelaza: pasión, odio y celos artísiticos. El intercambio espiritual y de energía entre los dos escultores fue un fenómeno excepcional: al estar tan cerda de Rodin, Camille se convirtió en fuente de inspiración para su trabajo y lo ayudó a encontrar un nuevo estilo para crear obras maestras. Ella desarrolló su propio talento, conviriténdose en una maestra de la escultura, pero sacrificó su belleza, juventud y genialidad por su amor a Rodin.
La vida y el amor de Auguste Rodin y Camille Claudel conforman una historia increible sobre una alianza dramática de dos artistas en la que todo se entrelaza: pasión, odio y celos artísiticos. El intercambio espiritual y de energía entre los dos escultores fue un fenómeno excepcional: al estar tan cerda de Rodin, Camille se convirtió en fuente de inspiración para su trabajo y lo ayudó a encontrar un nuevo estilo para crear obras maestras. Ella desarrolló su propio talento, conviriténdose en una maestra de la escultura, pero sacrificó su belleza, juventud y genialidad por su amor a Rodin.
Después de la ruptura amorosa con Claudel, el artista decide quedarse con la devota, pero no amada, Rose Beuret. Camille intenta refugiarse en su trabajo pero los críticos de arte no aceptan sus esculturas. En la desesperación, Claudel destruye la mayor parte de sus obras y se sumerge en las tinieblas de la locura. El alma de la pobre mujer está siendo consumida por el odio patológico hacia su antiguo profesor y amante que, Camille cree, le ha robado su vida y talento.
Este nuevo ballet refleja la añoranza de Rodin hacia su musa, los tormentos de su conciencia y el delirio de Camille causado por la enfermedad mental y sus dolorosas obsesiones.
En nuestra representación, utilizando el lenguaje dancístico, se habla de la pasión, la lucha interna y la deseperación de todos aquellos fenómenos espirituales humanos que fueron expresados magistralmente por Rodin y Camille en bronce y mármol. Lo que busco al crear este ballet es convertir aquellos momentos tallados en piedra en movimientos desenfrenados llenos de emociones.
Rodin refleja el alto precio que los genios tienen que pagar por la creación de obras maestras eternas. Asimismo, muestra los tormentos y misterios del proceso creativo que inquietan a cualquier artista.
De un modo magistral, el coreógrafo ruso es capaz de transformar las escenas talladas en piedra por Camille y Rodin en un torrencial flujo de emocionantes y desenfrenados movimientos del cuerpo que el espectador siente que cobran vida a golpe de cincel.
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